viernes, 24 de julio de 2015

Historia 1 -Capítulo 1-

¿Qué como supe que era lesbiana?

Yo soy de esas chicas que siempre lo supo. Desde los 5 años me sentía diferente a las demás, no me atraían las mismas cosas que al resto de las niñas y me gustaba que las chicas admiraran mis habilidades.
Cuando tenía 14 años me enamore perdidamente de una compañera de la secundaria, todo en ella lo veía hermoso; su cabello, su manera de hablar, su sonrisa, sus labios, su cuerpo… si, su cuerpo, a veces hasta soñaba con ella. Pero siempre he sido una chica muy tímida con las extrañas, porque a pesar de estudiar juntas ni siquiera nos saludábamos por las mañanas.  
Sin embargo con mi madre y mi padre no soy tímida, siempre nos hemos tenido confianza para hablar con franqueza. Ellos son psicólogos, tal vez sea por eso, o simplemente son buenas personas, tengan equilibrio emocional o sean padres modernos. Lo cierto es que una noche luego de cenar, baje a la sala donde ellos acostumbran todas las noches de semana sentarse a leer mientras se toman de la mano.
Cuando baje las escaleras sentí que mi estomago se quedo arriba, pero aun así logre llegar hasta la puerta de la sala de estar. Mi madre se percato de mi presencia al instante y cuando me miro al rostro tomo una expresión de preocupación y toco la mano de mi padre. Mi padre alzo la vista y al verme me dijo:
-¿Qué ocurre Ana?- Yo tome un respiro y solté el discurso que había preparado.
-Mamá, papá, me he dado cuenta de algo que pasa en mi interior, que es natural en mi y que si me dejo ser, me siento mucho más feliz. Quiero compartir esto con ustedes porque son mis padres, porque son mis seres más queridos y pienso que deben ser los siguientes en saberlo, luego de mi misma- antes que mi mamá tomara un respiro lo solté.
-Me gustan las chicas-  Mi madre parecía perpleja, mi padre tranquilo, como si le hubiese dicho que la mañana siguiente me apetecía tomar jugo de naranja.
-¿Estás segura de eso?- Fue lo siguiente que dijo mi padre.
-Completamente- respondí.
-Los seres humanos suelen ser diversos hija mía, todavía estas creciendo, pero si sigues sintiéndote de igual forma en el futuro, no te tienes que preocupar por nada, más que por ser tu misma-
Sonreí, asentí y me marche de nuevo a mi cuarto. Cuando iba pisando el primer escalón mi madre grito:
-¡Ana, te amamos!- y yo volví a sonreír.
Continuara...

Capitulo 2

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