Yo tenía
un hogar cuando era pequeña…
Sabía
que era un hogar porque lo recuerdo cálido, acogedor y conocido.
Entonces
me mude, me mude de nuevo, me volví a mudar y me mude mil veces… hasta que un día
me di cuenta que no poseía un lugar cálido donde ir, todos eran fríos,
frecuentes… no eran hogares y yo necesitaba uno.
Decidí
entonces volver a mi antiguo hogar, pero ya no era igual, había perdido su
toque mágico.
Trate
y trate de reparar aquel primer hogar, pero mis intentos siempre fracasaron. Comprendí
entonces, que construir un hogar es tarea de años y un acto mucho más complejo
que llenar la casa de muebles. Se necesitan personas, historias, risas y
llantos.
Desde entonces, ando por el mundo buscando mi nuevo hogar...
Tomado de web: http://kat6631.blogspot.com/ |