sábado, 13 de octubre de 2012

Cuando se pierde el hogar


Yo tenía un hogar cuando era pequeña…

Sabía que era un hogar porque lo recuerdo cálido, acogedor y conocido.

Entonces me mude, me mude de nuevo, me volví a mudar y me mude mil veces… hasta que un día me di cuenta que no poseía un lugar cálido donde ir, todos eran fríos, frecuentes… no eran hogares y yo necesitaba uno.

Decidí entonces volver a mi antiguo hogar, pero ya no era igual, había perdido su toque mágico.

Trate y trate de reparar aquel primer hogar, pero mis intentos siempre fracasaron. Comprendí entonces, que construir un hogar es tarea de años y un acto mucho más complejo que llenar la casa de muebles. Se necesitan personas, historias, risas y llantos.

Desde entonces, ando por el mundo buscando mi nuevo hogar... 

Tomado de web: http://kat6631.blogspot.com/