Una vez tuve un extraño
sueño, un asesino me perseguía, era todo un monstruo y su mayor ambición era
verme muerta...
Yo me cubrí mis heridas y coloque torniquetes en los
lugares donde fluía abundante sangre. Sabía que iba a morir y aunque así fuera
pensé que debía ayudar a la policía a incriminar al culpable para que no se
saliera con la suya. Yo tenía miedo de subir al ascensor, sentía que si me
descubría lo llenaría de más ira y se desquitaría peor conmigo.
Finalmente escribí una nota y me subí al aparato,
presione el primer piso, al abrirse las puertas lanzaría la nota y rápidamente
volvería a mi lugar de muerte a esperar al asesino. Pero ocurrió algo, al
abrirse las puertas del ascensor me di cuenta que el mundo seguía ahí
desenvolviéndose como cualquier día normal, las personas parecían distantes al
hecho que un asesino muy cerca de ellos estuviera matando personas de la manera
más cruel. Entonces aunque sentía miedo bajé del ascensor y me adentre en aquel
mundo donde mi realidad estaba ausente, conversé con las personas, les pregunte
¿de dónde vienen? “estábamos almorzando” me conto una secretaria, ¿y qué
almorzaste? le pregunte, y ella comenzó a platicarme con entusiasmo. Yo pensé
¿Cómo la emociona tal banalidad? Y supe que eso era vivir.
El asesino pasó a nuestro lado y se puso a gruñir furioso
de que me hubiese movido de mi lugar de muerte. Partimos juntos de regreso y
una vez allí continuo clavándome cuchillos y ahorcándome, pero yo no moría. Él
frustrado gruñía aun más fuerte hasta que finalmente se detuvo dudoso por lo
que pasaba. Entonces le dije: “durante mi
vida me mate trabajando en lo que no me gustaba solo por la buena paga que
obtenía, trabajar tanto me alejó de mi familia y amigos, estaba sola con un
bolsillo lleno de dinero. No reía, no lloraba, no paseaba, no leía, no
conversaba, ni veía películas, porque si no estaba trabajando dormía por estar
muy agotada. En fin no estaba viva, por eso no has logrado asesinarme, no
puedes llevarte lo que no tengo. En cambio ahora, al quitarme las vendas de los
ojos, estoy naciendo de nuevo”.
Eso fue
todo, entonces desperté y escribí esta historia…