Algo que odio de las personas es que no me dejen dormir. Especialmente cuando he pasado la madrugada vomitando, tengo jaqueca y la luz del día esta molestándome. ¡Por Dios! Ahí viene de nuevo...
-¡No puedes seguir castigándome de esta forma! ¡Yo no soy culpable de que elijas resolver los problemas así!... Si quiera ¡levántate! ¿Quieres volver a faltar a tu propia exposición?-
"Por favor Dios, has que se canse pronto y cierre la boca" Rogué con mis pensamientos. Al ver que la ignoraba, me dijo:
-¡Bien! ¿Eso quieres? ¡Bien! Yo no llegare tarde por tu culpa-
"Silencio... ¡Sí!.. Bendito silencio" celebré.
¡Ring! ¡Ring! ¡Ring! (Un millón de veces más)
"Maldito teléfono" Como pude me levante del sofá, cogí la bocina, la descolgué, luego volví al mismo sofá y por fin conseguí tener paz para dormir.
Después de soñar largo y tendido con banquetes, me desperté con mucha hambre. Aunque el estómago me ardía seguí derecho al refrigerador, saqué leche y de la despensa cereal de letras (mi favorito).
Cuando fui por un cuenco me percate que todos los trastes estaban sucios. "Maldita mujer desaseada ¿Por qué no invierte la energía que utiliza molestándome para hacer algo útil?"
Luego de lavar un cuenco y comprobar con mi opaco olfato que pasaba la prueba placebica de microbios, me sirvo y me siento en el sofá a comer.
Toc, toc, toc
"Alguien toca la puerta. ¿Quien podrá ser? ¿Acaso la amante de mi ex novia ha venido a buscarle? ¿Que hago si es ella? ¿Debo abofetearle? ¿Quizás persuadirla para follar con ella?"
Toc, toc, toc
"Maldita sea, ¡No se puede estar en paz!"
Deje mi cuenco a un lado y me dirigí a la puerta. La abrí.
-Mariana, ¡Te he encontrado al fin!-
Cerré la puerta. Creo que han comenzado a aparecer fantasmas.
Excelente abre boca . será una gran historia éxitos
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