domingo, 24 de mayo de 2020

Soy como tú

Te he observado y estudiado toda mi vida,
generalmente me has hecho sentir asco;
a estas alturas te he llegado a comprender,
y en la compresión siempre nace la empatía, 
la compasión. 

He terminado por mirarme al espejo
y verte en mi reflejo,
no soy mejor,
soy como tú.

Te abrazo y lloro en tus brazos
ante la trágica revelación,
y tú me sostienes sosegada
al vislumbrar el fin de mi terquedad.

Aún no decido si quedarme,
o seguirte hacia la oscuridad
de la que vas y vienes continuamente.

Me he rendido,
soy como tú.

¿Somos buenos?

¿Somos buenos? O ¿somos malos? ¿Qué nos hace buenos? ¿Cuándo pasamos a ser malos?

Estaba viendo un documental sobre la naturaleza donde la narradora repitió varias veces "en la naturaleza ninguna especie tiene ventaja sobre otra y eso es lo que mantiene el equilibrio". Claramente insinuaba que los humanos al haber conseguido ventaja sobre los otros seres vivos, habían roto ese equilibrio y lo que está a punto de desaparecer es consecuencia a ese hecho. Pero, a lo largo de la narración cuando explicaban los ejemplos de relación predador - presa, pude darme cuenta que la vida en la naturaleza es muy dura, tan dura y difícil que entendí perfectamente porque los humanos se unieron contra ella y tomaron el poder. No lamente tener un refugio seguro, comida, calor... Aunque es triste que toda la belleza que existe se esté convirtiendo en desiertos de tonos grises como los arrecifes de coral en Australia.

Luego pasé a mirar la sociedad, la historia, las realidades de muchos pueblos, y todo parece tan plagado por la maldad. Desamparados que de inocentes pasan a manipular, asesinar, controlar a otros pobres diablos, para asegurar el sustento a sus familias. Humanos sin escrúpulos que luchan por una vida "digna" a expensas del sufrimiento de otros.

Finalmente me miró a mí ¿acaso soy mejor que ellos?, muchas veces creí que sí, pero otras tantas me he dado cuenta que no. He hecho cosas incorrectas, por necesidad, por copiar a otros que parecen más contentos que yo, por no pensar, por equivocarme creyendo que soy buena, que mis intenciones siguen siendo honorables, que hay personas peores que yo.

La última pregunta sería ¿soy la única que experimenta culpa y arrepentimiento? Estoy segura que no, somos la misma especie, somos humanos. Tan buenos, como malos.