viernes, 11 de diciembre de 2020

El reino de los oscuros - Capitulo 2-

Al día siguiente, cuando Eybraham entró a la casa de Gaspar  aún se percibía el ambiente tenso.

-Quiero disculparme por haberla ofendido ayer- le dijo inmediatamente.

Eybraham se sorprendió, pues nunca antes un hombre se había disculpado con ella por algo. 

-Cambiar de nación es complicado, todo es muy distinto a pesar de estar tan cerca-

-Nada en el mundo podría ser más distinto que su pueblo y el mío-

-Tiene razón, y yo quiero adaptarme, pues nunca podré volver-

Eybraham se preguntó porque Gaspar no podría volver, pero decidió no entrometerse y se dispuso a leer la segunda lección. 

-Los grandes dioses quedaron muy satisfechos de su creación y amaron profundamente a todos sus hijos, pero al cabo de un tiempo comenzaron a aparecer personas malvadas que desafiaron a sus creadores, personas que se dedicaban a cometer aberraciones y a causarse daño los unos con los otros.

El gran Dios enfureció y decidió limpiar a su hermoso mundo de tanta desgracia causada por el mal.

Pero la Diosa se interpuso, el amor por sus hijos la cegó y amenazó inciar una guerra contra su esposo si éste se atrevía a hacerles daño.

La disputa entre los dioses causó cataclismos en el mundo, muchas vidas de personas buenas y malas se perdieron y la tierra casi se secó.

Entonces el gran Dios, lleno de dolor, interpuso un muro que rodeo parte del primer mundo que aún quedaba, como último intento por resguardar el paraíso que habían creado antes. 

Al cabo de un tiempo, nostálgico por el antiguo mundo, decidio tomar parte de su aliento vital y crear a partir del barro a sus segundos hijos. Tiempo después estos segundos hijos engendraron terceros y cuartos hijos poblando el paraíso que hoy en día llamamos nación Luz-

-¿Segundos, terceros y cuartos hijos?- preguntó Gaspar confundido. 

-Nuestros reyes son descendientes directos de los segundos hijos, por eso son tan altos, con la piel tan blanca y el cabello cenizo. 

Los que descienden de los terceros hijos son los vasallos que administran los distintos feudos, y todos los mozos descendemos de los cuartos hijos, somos los más apartados de la gracia del gran Dios, por eso con nuestro servicio nos dedicamos a honrarlos y ellos se dedican a protegernos-

-¿Y yo quién soy? - 

-Usted vendría a ser descendiente de los primeros hijos y todos los segundos, terceros y cuartos hijos que enfermaron con fiebre de la Diosa-

-¿Qué es la fiebre de la Diosa?-

-Es una enfermedad que logra que te expulsen de nación Luz- 

-¿Hablas de las pobres almas que van a parar al reinos de los oscuros?-

-Si no los logran sanar, por compasión son enviados a las tierras de la Diosa, solo ella puede amarlos tal como son-

-¿Por qué no pueden aquí amarlos tal como son? - preguntó el refugiado incrédulo. 

-Todos nos esforzamos mucho por ser buenos, como el gran Dios lo exige, aceptar aberrados, delincuentes y blasfemos es un insulto a nuestro Dios, a nuestras costumbres y nuestra disciplina- 

-Me quedo sin palabras Eybraham- le comentó quedo Gaspar. 

-¿Por qué parece tan abatido?- 

-No sé si me acaben agradando estas costumbres, y no es mi ánimo ofenderla, sólo que todo es tan distinto- 

-¿Y cómo son en el reino de los oscuros? - 

Gaspar sorprendido alzó la mirada. 

-¿En verdad le interesa saberlo? -

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