lunes, 16 de febrero de 2015

Reflexiones sobre el amor 2


El tormento de mi vida desde que cumplí 17 años es el amor.

Me enamoro, me lastiman, me decepciono, sufro, dejo de creer en el amor, me siento bien y me vuelvo a enamorar. ¿A quien no le ha pasado?

La peor consecuencia que nos deja un mal amorío es el miedo. Este nos acompaña el resto del camino, nos hace dudar, nos invita a retroceder, trata de persuadirnos a no creer en futuras posibilidades de amar. Y si osas desobedecer al miedo y te arriesgas a una nueva relación, permanece contigo y trata de arruinarlo todo, solo para seguir dominándote y atormentándote si quedas solo de nuevo. 

Que difícil es ser valiente, que difícil es ser perfecta, que difícil es ser como los psicólogos aconsejan. 

La fortuna es la experiencia sensata donde el miedo es ausente. Yo no he vivido mucho, pero he aprendido que cuando perdemos a nuestro "amor" aunque uno siente que muere a la final sobrevives, y que hay cosas peores en la vida como para dejarse vencer por el dolor del desamor. 

Hay que vivir el luto, regenerarse, ser valiente y volver a amar. Es cuestión de tiempo.


Tomado de: http://rosebenjamin.blogspot.com/




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