domingo, 5 de junio de 2016

Historia 1 parte 2 -Capitulo 4-

Estuve conversando con Sara en la sala de espera de aquel estudio de ballet durante unas 4 horas. Todo se centro en mi. Como había conocido a Rocky, que había ocurrido con Carlos el socio de mi padre, que pretendía él en aquel entonces, que había ocurrido el día que todo se puso peligroso, como me sentí al irme, donde estuve, como lleve las cosas, como me recupere y comencé una nueva vida, donde había estado todos estos años y que había estado haciendo. 

-Cuando fue noticia el escándalo de que Farmacéuticas León se había involucrado con la mafia, Lucia y yo pensamos que volveríamos a verte, pero pasaron los meses y ya no regresaste- me dijo Sara, y guardamos silencio. 

-¡Lucia!- dijo luego de un momento y continuo -¡Debemos ir a verla!- me comento sonriente. 

Yo solo le sonreí de vuelta, mientras Sara se levanto de un modo veloz, tomo su bolso, me arrastro con su mano y luego enrolló su brazo junto con el mio y así salimos juntas de la academia. Afortunadamente la chica de la recepción no estaba, no quería que pensara que no teníamos posibilidad de pasarla bien algún día. 

Salimos y tomamos un taxi, por el camino Sara me iba mencionando todos los lugares que visitábamos frecuentemente en el pasado y me actualizaba sobre si seguía igual, lo habían remodelado o cerrado y abierto algo completamente diferente. 

Nos acercamos a una zona que anteriormente había estado dominada por la naturaleza y que actualmente habían construido muchos edificios de apartamento y abierto comercios en los pisos mas bajos. Unos cinco minutos después nos detuvimos fuera de uno de esos edificios. Sara pago el taxi y bajamos. 

-¿Aquí vive Lucia?- le pregunte. 
-Si- me respondió mientras saludaba al vigilante del lugar y este nos abría la puerta para pasar. 

Entramos y tomamos el ascensor hacia el piso 15, el edificio tenia 40 plantas. Al llegar a nuestro destino Sara camino hacia la puerta 7, saco unas llaves, abrió y entramos. 

Una rubia despampanante se encontraba en ropa de casa preparando ensalada en una elegante cocina. 

-¡Hola amor! ¡Te tardaste!- le dijo alegremente a Sara la hermosa rubia. Sara volteo los ojos con exasperación mientras yo confundida permanecí casi con la boca abierta. 
-¿Quien es tu amiga?- pregunto Lucia sin apartar mucho los ojos de su tarea. 
-Mariana León- respondió Sara sin más, dejo su bolso sobre una mesa que se hallaba cercana a la puerta y siguió hacia el interior del apartamento. 

Lucia levanto su vista, me miro con atención y luego grito: 
-¡Ahhhhhh!- yo me puse nerviosa y estaba preparada para salir corriendo, pero me calme luego que guardo silencio unos dos segundos y volvió a gritar: -¡Ahhhh!- mientras corría a abrazarme. 

Yo me sentí un poco incomoda, Lucia y yo nunca fuimos muy unidas, además de que siempre sentí que no le agradaba mucho. Pero en cuanto me tomo por el rostro y me dijo que lamentaba mucho todo lo que me había ocurrido, que me quería y me dio un beso en la mejilla me sentí mejor. 

-Tenias que hacer la escena de pareja lésbica solo porque me viste llegando con alguien- comento Sara quien había vuelto de quien sabe donde vestida con ropa cómoda. 

-¡No me pude resistir!- comento Lucia riendo mientras me llevaba de la mano hacia la cocina. Yo no recordaba que nos tocáramos tanto en el pasado y me sentía extraña al cariño que me demostraban mis viejas amigas, sin embargo no aparte mi mano para no ser grosera. 

-¿Tienes hambre?- me pregunto Lucia alegremente. 
-Si, gracias- le respondí. 
-¿Te gusta la milanesa de pollo al vapor con ensalada?-
-Si, gracias- repetí. 

Luego Lucia comenzó un monologo sobre como se entero del escándalo de la farmacéutica y como inmediatamente salio de su trabajo y fue hasta la academia a buscar a Sara para contarle que yo volvería pronto. Que ella tuvo la idea de ir a buscar a mi abogado, pero que Sara dijo que no sabíamos quien era y que le parecía peligroso. 

-Ya sabes como es Sara, ella no ha cambiado Mariana, ¡para nada!- me cotillo Lucia. 
-Ella tampoco ha cambiado, sigue siendo la misma insoportable- se escucho la voz de Sara desde el sofá de la sala. 
-¿Viven juntas?- me atreví a preguntar. 
-Así es, Sara y yo estamos enamoradas- me respondió Lucia y me guiño el ojo. 
-¡No es cierto!- grito Sara desde el sofá. 
-¿No es cierto que vivimos juntas?- le replico Lucia. 
-¡Si, es cierto! Pero no juntas juntas- explico Sara (quien se había venido desde la sala a la cocina) chocando sus manos para hacer la semejanza de cuerpos. 
-¿Me estas haciendo alguna seña homófoba despectiva?- le pregunto Lucia con una ceja levantada. 
-¡Noooo!- respondió Sara exasperada colocándose las manos en la cabeza y yo solo me eche a reír. Seguían estando locas, seguían molestándose entre ellas y seguían actuando cuando estaban juntas como si fuera una comedia planificada. En ese momento comencé a sentir que volvía a casa. 

La comida que había preparado Lucia estaba deliciosa, aunque no era fan de las ensaladas esta se sentía jugosa y agridulce, fue realmente grandiosa. Mientras cenábamos me contaron que Lucia trabajaba en una constructora trasnacional como jefe de arquitectos, le iba muy bien y había logrado comprarse ese hermoso apartamento. Como no le gustaba vivir sola siempre invito a Sara a venir con ella, pero Sara nunca aceptaba hasta ese hermoso día (según contó Lucia) en el que Sara llamo a Lucia y le pregunto si aun podía vivir con ella. 

-Ni tan hermoso, fue un momento difícil- acoto Sara.
-¿Por que?- me atreví a preguntar. 
-Mi madre murió de cáncer de útero, como consecuencia de su enfermedad quede muy endeudada y para cuando me di cuenta había perdido la casa- me contó tranquilamente, pero yo sentí un nudo en el estomago. 
-Lo lamento mucho- le dije acariciando su mano. 
-Gracias- me respondió Sara.
-Es una razón triste, pero han sido dos años maravillosos, ¿verdad mi amor?- la molesto Lucia de nuevo. 
-Mariana es artista ¿verdad Mariana?- comento Sara seguidamente. 
-¡¿En serio?!- pregunto Lucia emocionada. 

El resto de la noche les conté sobre mi vida en europa y a que me había dedicado. 

-Ya debería irme- les dije media hora antes de la media noche luego de terminar de tomar té. 

-¡Nooo¡ ¡Quédate!- me rogó Lucia. 
-No quiero molestarlas, además seguro mañana temprano tienen trabajo- respondí. 
-¡Ya se! Ven mañana a cenar de nuevo y ¡podríamos invitar a Ana!- se le ocurrió a Lucia ebria de entusiasmo. Al escucharla sentí que el suelo que tenia bajo mis pies desapareció y volvió al instante siguiente, lo cual me hizo sentir nauseas. 
-¡¿No te parece una gran idea Sara?!- continuó diciendo Lucia. 
-No te hagas ilusiones, probablemente no pueda venir- respondió la morena. 

Lucia comenzó a hablar para sí misma lo que podría cocinar para la cena de mañana y yo guarde silencio. Hace muchos años me había negado a si quiera pensar en ese nombre. 

-Si, si, si. Ya mañana veremos que preparamos, dejemos ir a Mariana que esta cansada. ¿Puedes volver tu sola al hotel donde te hospedas?- me pregunto Sara maternalmente. 
-Si- le respondí. 

Me despedí con un beso y un abrazo de Lucia quien me tomo del rostro de nuevo me deseo buenas noches y me repitió que me quería. Mientras Sara me acompaño a la salida del edificio y espero junto conmigo hasta que llegara el taxi que había solicitado el vigilante. 

-No te preocupes por nada y ven mañana a cenar, ya en esta etapa solo puede salir todo bien- me dijo Sara al despedirse y yo quede fascinada, porque en su mirada y lenguaje corporal parecía decirme "se lo que sientes y se lo que estas pensando" y eso no lo sentía hace mucho. Había casi olvidado lo que era tener en mi vida a esa amiga que te conoce y siempre sabe exactamente que decir.

Continuara...

Capitulo 5

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