Estaba en la fiesta de fin de año de la fundación LGBT con mi amiga Lucia. Ella no paraba de conversar con quien se cruzaba y de presentarme personas de las que segundos después no recordaba sus nombres.
-Tienes que participar en la conversación- me decía Lucia.
-No se como hacerlo- le respondí.
-Solo participa, no es física cuántica, todos hablan de tonterías-
En ese momento se acerco una chica asiática y la invito a bailar. Cuando Lucia se marchaba casi siendo arrastrada por la chica me dijo:
-¡Busca una chica linda e invítala a bailar!-
Yo suspire profundamente, no tenia ni idea de como hacer eso. Me quede entonces observando los alrededores y me causo un poco de gracia, que diferente era ver por doquier a chicos tratando de ligar con chicos y a chicas con chicas. Era la primera vez que iba a una fiesta de ambiente.
Las chicas con cabello corto eran las más descaradas. se acercaban con actitud seductora a las de cabello largo, lo que me hizo pensar "bueno, yo tengo el cabello largo, así que debería esperar a que alguna se acercara" . Luego recordé lo que Lucia me dijo "no querrás ser pasiva, a las chicas lindas no les gusta eso, debes ser versátil". Al parecer la mayoría de las lesbianas estaban en contra de los roles de género y eso según le contaron a Lucia " me podría convertir en la burla de muchas o en el juguete de pocas".
Creo que todos esos rumores acabaron poniéndome más nerviosa. Fui a tomar una bebida fría para calmarme y la chica que servia las bebidas me pregunto en secreto si querría la mía con alcohol.
-¡Claro!- le respondí, aunque no frecuentaba la bebida por aquellos años.
Cuando la probé me pareció que era igual a tomar jarabe para la tos, pero finalmente me termine acostumbrando.
Luego de andar casi media hora deambulando por el salón, vislumbre una hermosa chica sentada junto a otra en una mesa, parecían amigas, no pareja, así que pensé que me podría acercar a saludar.
Después de reflexionar cerca de 15 minutos si acercarme o no, me dirigí hacia allá.
-¡Hola!- salude sonriendo. La chica de la que me había fijado, volteo y me respondió.
-¡Hola!- no me dijo más nada, así que le pregunte lo primero que me cruzo por la mente.
-¿Vienes mucho por aquí?- por su rostro cruzo una sonrisa burlona y me contesto:
-Si, y al parecer tu no- yo me quede fría, las dos chicas comenzaron a reír y lo único que se me ocurrió fue dar la vuelta y salir de ahí caminando, primero lentamente y luego cuando estuve fuera del salón casi corrí hasta la salida del edificio de la fundación.
El frió de la noche me baño y respire profundamente ese aire para que me bajara la sangre de la cabeza, me sentía enojada y muy apenada, no entendía que había pasado, pero obviamente aquello no se me dio bien. Luego sentí que alguien me observaba y al voltear a mi lado izquierdo efectivamente una chica con chaqueta negra y jeans que tenia los brazos cruzados y la espalda recostada contra la pared me observaba detenidamente.
-¿Mala noche?- me pregunto la chica. Aunque estaba oscuro y no la distinguía muy bien, sentí que podría confiar en ella, así que le respondí su pregunta.
-Creo que no sirvo para ser lesbiana- ella sonrió, y se acercó hacia mi con sus manos dentro de los bolsillos de la chaqueta.
-¿Por que dices eso?-
-No se como hablarle a las chicas... Bueno en realidad no tengo ganas de andar ligando ahora, es decir, solo tengo quince años-
-En realidad, creo que en tu vida no tendrás tantas ganas de ligar como ahora-
-¿Como sabes eso?-
-Por que yo tengo quince años y es lo que siento- luego de decir eso rió un poco y yo le sonreí. La chica tenia piel blanca, cabello color chocolate, rostro hermoso y unos ojos brillantes, era muy atractiva.
-Creo que me dedicare a tener amigas, y si llego a conocer alguna chica que me guste esperar a conocerla mejor antes de pensar en algo más con ella... es decir, primeramente vine aquí para hacer amigas, no a ligar- la chica me miraba y sonreía, como si no me creyera nada de lo que le estaba diciendo.
-Yo puedo ser tu amiga- luego saco la mano de su bolsillo y se presento.
-Me llamo Mariana-
-Soy Ana- le respondí mientras le estrechaba la mano.
-¡¡Te atreviste a venir después de todo!!- cuando voltee a ver quien gritaba era una chica tomboy que se encontraba saliendo de la fundación.
-¡¡Te dije que no te quería ver más por aquí!!- la chica tomboy se acerco a nosotras, específicamente a Mariana, su actitud era agresiva.
-Rosi, hace años luz que no salgo con tu chica, puedes estar tranquila- le respondió Mariana con superioridad.
-¡Eres una petulante!¡engreída!- esta vez la chica tomboy comenzó a empujarla por lo que impulsivamente me atreví a interferir.
-¡Oye! ¡te estas pasando de la raya!- le dije a la tomboy cuando me atravesé entre ella y Mariana.
-¡No te fíes de ella! ¡Es una vampiresa chupa almas!- luego regreso al interior de la fundación dejándonos solas.
Yo voltee a ver a Mariana quien miraba seriamente por donde se había marchado la chica tomboy.
-Lamento eso- luego me miro a los ojos sonrió y me dijo:
-Eres una chica valiente, ¿Le harás caso a la advertencia de Rosi?-
-No-
-¿Por que?-
-Ella es la que parece una vampiresa chupa almas-
-Jajajaja- las dos reímos con gusto.
-Ven, te invitare a comer un helado- al decir esto me ofreció su mano y yo la tome.
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